¿Cómo se lee un monitor de paciente ECG y la función del ECG?

Para leer un ECG (electrocardiograma) en un monitor de paciente, siga estos pasos:
 
Verifique la información demográfica del paciente, como su nombre, edad y sexo, para asegurarse de que coincida con el paciente que está monitoreando.

Evaluar el ritmo basal o de reposo. Busque una línea plana conocida como línea isoeléctrica, que indica que la señal no capta ninguna actividad eléctrica. Asegúrese de que el monitor esté conectado correctamente y que los cables estén conectados de forma segura al pecho del paciente.
xiv (1) Observe las formas de onda en el trazado del ECG. Identifique los diferentes componentes de la forma de onda:
 
Onda P: Representa la despolarización auricular, indicando el inicio de la contracción auricular.
Complejo QRS: refleja la despolarización ventricular, indicando el inicio de la contracción ventricular.
Onda T: Representa la repolarización ventricular, indicando la fase de recuperación de los ventrículos.
Intervalo PR: Mide desde el inicio de la onda P hasta el inicio del complejo QRS, reflejando el tiempo que tarda el impulso eléctrico en viajar desde las aurículas hasta los ventrículos.
Intervalo QT: Mide desde el inicio del complejo QRS hasta el final de la onda T, representando el tiempo total de despolarización y repolarización ventricular.
Analiza el ritmo observando la regularidad y consistencia de las formas de onda. Identifique la frecuencia cardíaca contando el número de complejos QRS en un período de tiempo específico (por ejemplo, por minuto). La frecuencia cardíaca normal cae entre 60 y 100 latidos por minuto.
 
Identifique cualquier anomalía o irregularidad en el trazado del ECG, como arritmias, cambios isquémicos, anomalías de la conducción u otros trastornos cardíacos. Consulte a un profesional de la salud o a un especialista cardíaco si no está seguro o nota alguna desviación significativa de lo normal.
 
La función de un ECG (Electrocardiograma) es medir y registrar la actividad eléctrica del corazón. Es una herramienta de diagnóstico no invasiva que se utiliza para evaluar el ritmo, la frecuencia y la salud cardíaca general del corazón. El ECG funciona detectando y registrando las señales eléctricas producidas por el corazón a medida que se contrae y se relaja. Estas señales eléctricas son captadas por electrodos colocados en la piel y luego se amplifican y se muestran como un gráfico en un monitor o tira de papel. El ECG proporciona información valiosa sobre la actividad eléctrica del corazón y puede ayudar a identificar diversas afecciones cardíacas, entre ellas: Corazón anormal Ritmos cardíacos (arritmias): el ECG puede detectar latidos cardíacos irregulares, como fibrilación auricular, taquicardia ventricular o bradicardia. Infarto de miocardio (ataque cardíaco): ciertos cambios en el patrón del ECG pueden indicar un ataque cardíaco o isquemia (reducción del flujo sanguíneo al corazón) .Anomalías estructurales: las anomalías del ECG pueden proporcionar pistas sobre afecciones como agrandamiento de las cavidades cardíacas, pericarditis o presencia de problemas en las válvulas cardíacas. Anomalías de la conducción: el ECG puede detectar problemas en el sistema de conducción eléctrica del corazón, como bloqueo auriculoventricular o bloqueo de rama. Efectos de los medicamentos o desequilibrios electrolíticos: Ciertos medicamentos o alteraciones electrolíticas pueden causar cambios específicos en el patrón del ECG. El ECG es una herramienta esencial para diagnosticar y monitorear afecciones cardíacas y se usa comúnmente en entornos clínicos, salas de emergencia y durante los chequeos de rutina. Ayuda a los proveedores de atención médica a evaluar la función del corazón, determinar los tratamientos adecuados y controlar la eficacia de las terapias a lo largo del tiempo.

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Hora de publicación: 09-ago-2023